Campaña “Cobijo para Chile” – Pascua


Campaña “Cobijo para Chile” – Pascua
Queremos relatar a todos nuestros queridos amigos de cerca y lejos que nos han seguido con el corazón y/o que han contribuido a sostener económicamente esta acción para hacer posible la ayuda a las víctimas del terremoto del 27 de febrero de 2010 en las poblaciones de Itahue, Puente Alto y Carrillo Bascuñán (Comunidad de Molina, Vll región).
El primer paso concreto lo dimos del 2 al 4 de abril, en que viajamos al lugar escogido (ya quehasta allí ha llegado poquísima ayuda para la magnitud del desastre que puede percibirse) 160 voluntarios entusiastas por ofrecer su trabajo para la comunidad.
En esta jornada inicial de tres días se pudo lograr una gran tarea, pero de todas maneras parece ínfima cuando se mira la destrucción física que se extiende por doquier. El lugar tiene unos 2800 habitantes y hay 182 casas en condiciones de ser demolidas o en el suelo. Es una zona rural, donde reina la pobreza, además de la desolación que se ve como consecuencia del terremoto. Las personas suelen tener trabajos transitorios como la cosecha de la manzana por ejemplo.
Va un informe abreviado sobre nuestra campaña (aunque la vivencia de los participantes es muy íntima, intensa e imposible de describir).
Medicina: participaron 12 médicos de orientación antroposófica de diferentes grupos médicos de Santiago que trabajaron intensamente con los habitantes, que por primera vez recibían una atención de esta naturaleza. Además de los motivos de consulta habituales, casi todos los pacientes estaban en estado de shock emocional, sufriendo las consecuencias del mismo. Ellos eran atendidos en largas consultas, donde se los trataba de una manera cálida y preocupada. Habitualmente va un médico, una mañana a la semana y puede dar a cada paciente tiempos de atención muy breves. Disponíamos de tres voluntarias farmacéuticas que hacían el dispendio de medicamentos (los antroposóficos los recibimos donados de las farmacias Weleda, Alquimist Apotheke y Triodo, además de una donación de médicos de Alemania). Un médico visitó en su domicilio a todos los pacientes postrados.
Masaje rítmico, fricciones con aceite y compresas: una alta proporción de los pacientes recibieron la bendición de estos tratamientos. Participaron cinco enfermeras y masajistas dentro del equipo. Los pacientes recibían de ese modo un cobijo humano y sanador que por primera vez vivenciaban de ese modo. Una mujer que estaba recibiendo esta atención manifestó “Ah masaje! Sí, yo lo conozco por la tele, pero nunca pensé que yo alguna vez iba a recibir un masaje”. El dolor crispado en los cuerpos podía distenderse bajo el cuidado amoroso de manos entregadas a la tarea de hacer el bien al prójimo. Las lágrimas aparecían, pero no eran sólo de tristeza, sino también de agradecimiento porque otro ser humano quisiera compartir comprensivamente su destino.
Trabajo con bebés: se llevó a cabo un trabajo profesional con bebés, según el método de Emmi Pikler, que se realizó en conjunto con la labor médica. Esto es esencial para el futuro de esos seres humanos en desarrollo.
Psicoterapia: participaron dieciocho psicólogos, que tienen una relación con la antroposofía, realizando un trabajo terapéutico por el que los habitantes del lugar tenían verdadera “sed”. Se instalaron seis carpas que servían de consultas, donde los pacientes recibían atención. Varios psicólogos también acudieron directamente a las casas de las personas, ya que muchas ellas no se animan a salir por miedo o depresión.
El trabajo terapéutico en conjunto obró como un manto de cobijo, sanación y cariño indecibles. Pudimos vivenciar un alto ideal de trabajo terapéutico y médico, como sólo puede ser soñado en la temprana juventud. Un trabajo tan profundo, armónico y humanamente logrado, no lo hemos alcanzado aún en el “rico Santiago”.
Adultos mayores: una terapeuta ocupacional y psicoterapeuta trabajó con ellos en un grupo de conversación e intercambio. Este valioso trabajo se seguirá desarrollando, de modo que se puedan rescatar los tesoros de la cultura local y que después puedan ser obsequiados como legado a las generaciones más jóvenes.
Pedagogía: Se trabajó por grupos etáreos con niños de tres a diecisiete años. Participaron veintidós profesores/as Waldorf. También se unieron voluntarios que quisieron ayudar en el trabajo con los niños (muchos de ellos eran alumnos de colegios Waldorf). Se pudo vivenciar el efecto sanador de los cuentos de hadas, juegos rítmicos etc. en las pequeñas caras inundadas de devoción de los niños, que anímicamente son más sanos (a pesar de las hondas heridas recibidas) que la gran mayoría de nuestros niños de ciudad. En forma paralela se realizaron talleres con madres y adultos mayores que cociendo unían los pequeños cuadrados (en gran parte tejidos por niños de Santiago) y creaban abrigadas y coloridas frazadas. También aprendieron a realizar muñecas Waldorf sencillas y a hacer trenzas de pascua. Se realizó una celebración de pascua para los niños, con un hermoso cuento, que terminaba en un desayuno, donde cada niño recibía en su puesto un nidito con el “huevo rojo” del cuento. Fueron también maestras Waldorf a trabajar en forma personalizada con niños que no habían salido de sus casas.
Trabajo de investigación: un grupo de estudiantes de medicina comenzó un trabajo de investigación sobre el efecto terapéutico de los cuentos de hadas en niños de cuatro a seis años. Ya diseñaron el trabajo y comenzaron con las encuestas respectivas a las madres.
Entrega: llevamos dos camiones de mudanza (que también fueron donados), llenos de donaciones para la gente. Éstas fueron distribuidas de manera muy consciente y dirigida (con ayuda de los dirigentes vecinales) en forma personal a las familias. El grupo encargado de la entrega distribuyó en el transcurso de los tres días: cincuenta camas, ropa de cama calentita para cien personas y vajilla para cien familias. También se llevó gran cantidad de ropa y juguetes que habíamos recibido regalados en Santiago como ayuda a nuestra campaña.
Construcción: un arquitecto había hecho el diseño previamente de construcciones de buena calidad, que tuvieran un baño y una cocina. Bajo el mando de este arquitecto trabajaron tres maestros de la construcción que vinieron con nosotros desde Santiago, otros seis que se les unieron de Itahue, además de esforzados voluntarios que querían ayudar con sus manos. El material fue llevado desde Santiago. Los constructores trabajaron muy duramente sin descanso. Se realizaron cinco construcciones muy estables, de madera. Las personas beneficiadas se sentían tan agradecidas, que invitaban a los voluntarios a almorzar ofreciéndoles lo mejor que tenían. Otros voluntarios ayudaron a las personas a remover escombros o a salvar las tejas de su casa, que debía ser demolida.
La última noche gran parte del pueblo acudió a la misa católica de pascua, donde nosotros (“Cobijo para Chile”) fuimos mencionados con agradecimiento en reiteradas ocasiones. Después de ello, el pueblo de Itahue hizo una fiesta en honor nuestro. Nosotros apenas podíamos creer que personas que habían perdido sus casas y en algunos casos a seres queridos, tuvieran la fuerza de ánimo para mostrar su agradecimiento de una manera tan hermosa.
Si bien trabajamos mucho, volvimos muy enriquecidos interiormente de las intensas experiencias vividas por cada uno. Las relaciones humanas que se establecieron de manera individual con las personas de Itahue son tesoros del alma, son hilos de luz que portan en sí verdadero futuro espiritual.
Nos hemos comprometido a seguir yendo a Itahue hasta navidad, en forma periódica.

Para ello necesitamos su apoyo económico (cada ayuda cuenta, por pequeña que parezca. Nosotros no comprometemos a transformarla en ayuda humanizada).
Queremos seguir con el trabajo pedagógico (para el que siempre hace falta materiales), con el trabajo médico (necesitamos comprar medicamentos ya que no pueden ser eternamente donados), queremos llevar más camas (para personas que aún duermen en el suelo…ahora llega el frío del invierno).
Por ejemplo en las visitas que se hacía a las casas una maestra Waldorf encontró a una señora anciana inválida que se arrastraba por el suelo, ya que no tenía silla de ruedas. Esta no es una consecuencia del terremoto, pero no nos podemos permitir que una situación tan dolorosa como ésta se mantenga, ya que uno de los móviles de nuestra campaña es promover la dignidad humana.

Queremos llevarle a esta señora el 1° de mayo una silla de ruedas. Favor si pueden donar una, les estaremos agradecidos de corazón. Por favor ayúdenos. Sólo así podemos ayudar a seguir construyendo cobijo humano.
Carina Vaca Zeller
al servicio de “Cobijo para Chile”
· Cuando se menciona Itahue, se hace referencia también a Puente Alto y Cerrillo Bascuñán. Trabajamos por igual con los habitantes de las tres poblaciones.
· Nuestra campaña está apoyada por la concejala de Molina Priscilla Castillo, que puso a disposición todas las instalaciones de que hicimos uso.